Un buscador semántico es aquel que no da enlaces clasificados por relevancia, autoridad y demás menesteres, un buscador semántico es aquel que da respuesta a tus preguntas.
La Web en sí es una paradoja interesante, está hecha con tecnología, pero para dar soluciones a la gente. Los sitios que visitamos cada día utilizan el lenguaje natural, imágenes y muchos otros elementos para presentar información de una manera que sea fácil de entender. A pesar de que estos elementos son fundamentales para la creación y el mantenimiento de la Web, los propios ordenadores no pueden dar sentido a toda esta información. Ellos no pueden leer, ver las relaciones o tomar decisiones como lo hacemos nosotros.
La Web Semántica propone ayudar a los ordenadores a “leer” y a usar la Web. Esta idea es bastante simple, metadatos que añadidos a las páginas (por los programadores) puedan hacer que la máquinas del mundo actual entiendan la Web. Pero ojo, esto no va a hacer que las computadoras sean conscientes de si mismas, sino que dará a las máquinas herramientas para encontrar, intercambiar y, en cierta medida, interpretar la información. Es una extensión, no un sustituto de la Web.
Pero entonces:
¿Cómo funciona un buscador semántico?
El buscador semántico extrae información de los datos etiquetados (cabeceras, RDF, microformatos). Evidentemente si nuestra web no contiene estas etiquetas se hace más difícil que sea entendida por los algoritmos de búsqueda.
Los algoritmos de estos buscadores generan las ontologías que definen las relaciones entre las entidades mediante el Lenguaje de Ontología Web (OWL), turtle, N3, N-Triples… Una ontología define cosas como clases, superclases, subclases, propiedades y las relaciones entre ellos. Por ejemplo, podría especificar que “si una persona trabaja para una compañía, entonces la compañía emplea a la persona” (una relación inversa).
Las ontologías son normalmente representadas con triples que tienen un sujeto, un predicado y un objeto. El giro real aquí es que los predicados también se puede utilizar como el sujeto u objeto de cualquier otra declaración en la ontología. Por ejemplo, puede definir lo que la “inversa” o “reflexiva” significa, usando el mismo lenguaje que se utiliza para definir que X persona trabaja para la compañía Y.
Otro punto importante en los buscadores semánticos son los razonadores que puede procesar ontologías y los datos para crear nuevo conocimiento que antes no existía. Por ejemplo, saber todas las personas que trabajan para las filiales de una empresa sin que estas personas hayan estado etiquetadas antes.
Los buscadores semánticos también usan herramientas de consulta como SPARQL, que se utiliza para consultar este conocimiento almacenado y generado.
El buscador semántico Wolfram Alpha
Mi buscador semántico preferido es Wolfram Alpha
Probar a buscar “Orange Juice” por ejemplo y veréis. A simple vista parece menos de lo que es en realidad. Si queréis alucinar un poco, mira los vídeos que os dejo a continuación sobre lo que puede hacer el buscador semántico Wolfram Alpha y ya veréis porqué es mi preferido.
Parte I: Introducción a Wolfram Alpha
Parte II: Introducción a Wolfram Alpha
¿Cómo hacer mi web más semánticamente entendible?
Como podemos observar, la web está evolucionando hacia este camino de la búsqueda semántica. Por ello es necesario que etiquetéis correctamente vuestros contenidos, empezando por incluir correctamente las cabeceras y la metainformación, utilizando microdatos o microformatos, enriquecer el artículo con entidades relacionadas, hacer uso de freebase y otras Metawebs…
El único problema es que la web semántica está descentralizada, no hay ningún consorcio entre la gente que propone los marcados. Por suerte la W3C está tomando liderazgo y parece ser que en un futuro próximo tendremos las guías y protocolos a seguir para lograrlo.
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